jueves, 19 de diciembre de 2013

"Discapacitados Graves" en la prensa - Carta al Director del Diario Jaén

El día 4 de diciembre desde nuestra Casa de Oficios organizamos una visita a la Catedral de Jaén y a la exposición Fides con un grupo de alumnos/as adultos del aula de personas con gran discapacidad y problemas de comunicación del colegio Antonio Machado.Al día siguiente en el diario Jaén aparecía una foto de nuestra visita y bajo ella este titular: “Discapacitados graves conocen la Catedral
En nuestra Casa de Oficios sabemos que existe una gran diferencia entre “ser discapacitado” y “tener una discapacidad”, que la discapacidad no es algo intrínseco a las personas,  si no que depende de la relación de cualquiera de nosotros  (con su cuerpo, su biografía y sus circunstancias personales)  con un aquí y un ahora concreto, y que por tanto, en general, se tendrá más discapacidad, por ejemplo,  en Jaén que en Bilbao o en la Catedral de Santiago que en la de Jaén.

Acompañar la etiqueta “discapacitado” del adjetivo “grave” puede ser muy efectista pero es una muy mala descripción de la realidad, de lo que allí vivimos aquella mañana y de lo que disfrutamos durante más de dos horas. Nadie grave había (a excepción de las sillas de ruedas eléctricas, claro, que ciertamente son de mucho peso), nada grave pasó. Tan sólo éramos un grupo de personas  disfrutando de un espacio único que se ha preocupado por ser más accesible.
 El lenguaje importa, tal vez no tanto el lenguaje común de las distancias cortas, pero sí importa (y mucho)   el que queda escrito y el que pretende in-formar, pues, entre otras cosas, ayuda a configurar una imagen “mental” u otra, unos pre-juicios u otros en la cabeza de las personas que nos toca pasar por aquí y aprender a (con)vivir.  Tal vez esto  pudiera estar relacionado con lo que quiera que sea  la responsabilidad social compartida de los medios de comunicación. También tiene que ver con las prioridades y los manuales de estilo que siguen unos medios y otros.

No es nuevo este interés por el papel que los medios de comunicación deben jugar en relación al universo de la discapacidad, así en el artículo 6 de la Declaración de Madrid (2002) sobre no Discriminación y Acción Positiva se afirma:
“Los medios de comunicación deben crear y fortalecer  alianzas con asociaciones de personas con discapacidad, para mejorar la imagen de las personas con discapacidad en los medios de comunicación. Se debería potenciar la inclusión de informaciones sobre las personas con discapacidad en los medios como reconocimiento de la diversidad humana. Al referirse a cuestiones de discapacidad, los medios de comunicación deberían evitar enfoques condescendientes o humillantes y centrarse en las barreras a las que se enfrentan las personas con discapacidad y en la positiva contribución social que éstas personas pueden hacer una vez que se eliminen esas barreras”

También  la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (2006) recoge lo siguiente: “Alentar a todos los órganos de los medios de comunicación a que difundan una imagen de las personas con discapacidad que sea compatible con el propósito de la presente Convención”
Son además variados los manuales y recursos que se pueden encontrar en internet con el objetivo de apoyar a los profesionales de los medios de comunicación en el uso de un vocabulario y un estilo adecuado. Por ejemplo aquí, aquí o aquí. Una rápida búsqueda en google nos llevará a algunos más.

En definitiva, mirar la discapacidad como algo exclusivo del cuerpo de las personas que la viven es sólo una parte de la realidad, como si no dependiera de todos (gestores, políticos, arquitectos, maestros, padres y madres, periodistas,…)  hacer ciudades y sociedades mucho más igualitarias  e inclusivas.
"Tal vez vaya siendo hora de superar la tiranía de la normalidad y entender que sólo existen dos tipos de personas: las que tienen una discapacidad y las que aún no han descubierto la suya".

Manuel Calvillo
Director de la Casa de Oficios Jaén 2.0

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